Un diagnóstico de mordedura de perro implica evaluar la herida para determinar su profundidad, la posibilidad de daños en tejidos subyacentes, y signos de infección. Además, se revisa el historial médico del paciente, incluyendo vacunación contra el tétanos.
Causas
Las mordeduras de perro suelen ocurrir por instinto de defensa, miedo, territorialidad, o cuando un perro se siente amenazado. Factores como el comportamiento del animal, la interacción con humanos, y la falta de adiestramiento también pueden contribuir.
Síntomas
- Hinchazón
- Enrojecimiento, y sangrado en el sitio de la herida
- Si la mordedura es profunda, puede haber daño en músculos, tendones, o nervios.
- También puede haber fiebre, pus, o rayas rojas que indiquen una infección.
Cuidado de la Herida
Lave la herida con agua y jabón de inmediato para eliminar bacterias. Aplique un antiséptico y cubra la herida con un vendaje limpio. Es importante buscar atención médica, especialmente si la mordedura es profunda, grande, o si muestra signos de infección. El médico puede recomendar antibióticos, una vacuna contra el tétanos, o tratamiento para prevenir la rabia.
Posibles complicaciones
Infecciones: Las bacterias presentes en la boca del perro, como Pasteurella o Staphylococcus, pueden causar infecciones graves en la herida.
Daño a tejidos profundos: Las mordeduras pueden afectar músculos, tendones, nervios, o incluso huesos, lo que podría requerir intervención quirúrgica.
Rabia: Aunque es rara, la rabia es una complicación mortal si no se trata a tiempo. Es fundamental evaluar el riesgo y considerar la vacunación postexposición.
Tétanos: Las mordeduras pueden llevar al desarrollo de tétanos, especialmente en personas con vacunación incompleta.
Cicatrices: Las heridas por mordedura pueden dejar cicatrices permanentes, especialmente si no se tratan adecuadamente.
Shock o trauma emocional: En casos severos, una mordedura de perro puede llevar al shock o a un trauma emocional, especialmente en niños.
6 NIVELES DE MORDEDURA DE PERRO
Nivel 1 – Demostración de agresividad sin contacto con la piel
Las mordeduras que perforan o rompen la piel elevan considerablemente el riesgo de infecciones. Un ataque de un animal puede romper, perforar o rasgar la piel.
Nivel 2 – Mordida leve sin contacto fuerte con la piel
Es cuando el animal completa el acto de contacto con la piel, sin embargo, con leves daños causados por el movimiento frontal y lateral de los dientes contra la piel, pero no hay una mordida pronunciada que implique daño peligroso.
Nivel 3 – Mordida rápida como un raspón en la zona de la piel
Es cuando animal efectúa el acto de la mordida con tal agresividad que aplica presión y pinchazos de sus dientes en la zona afecta del individuo. Provocando que el individuo retire la mano con tal rapidez que puede producir una caída del animal y un temor o enojo hacia él. Esto es una mordedura de perro leve.
Nivel 4 – Mordida profunda con peligro de infección
Es cuando el animal muerde con tal agresión que implica el movimiento y esfuerzo de su cuerpo, por tal motivo que hace que la zona afectada presente múltiples moretones en la zona mordida como una gravedad de infección rápida si es que no es atendida.
Nivel 5 – Mordidas múltiples con daño zonas irreversibles
Es cuando el animal ataca en múltiples zonas, por ejemplo, los brazos, manos, piernas o incluso la zona de la cabeza, produciendo un riesgo de vida al individuo atacado. Está representado por múltiples mordidas de nivel 4. La acción puede llegar hasta alguna amputación de una parte del cuerpo.
Nivel 6 – La víctima muere por la gravedad de la mordida
Si la víctima de la mordida del perro fallece, por múltiples mordidas, por la gravedad o estado en que se encuentra, si es que no es atendido de forma inmediata. O en otro caso, la mordida del animal llega a una vena principal o a una zona principal.
Hay que tener en claro que nuestras mascotas son seres queridos en que no podemos confiar plenamente de una manera en la que tenemos que tener mucho cuidado cuando jugamos o interactuamos con nuestro amigo perruno.
Si es que no es nuestro animal y estamos en peligro o fuimos mordidos, debemos acudir inmediatamente a tratarnos para así poder evitar alguna infección o síntomas de rabia.
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